Feliz año nuevo. En todas partes hay gays y no me bastó más que bailar solo música electrónica, con un par de tragos en el cuerpo, y mis ojos vieron lo que no habían visto... en una fiesta que, sólo para clasificar, llamaré "hetero". De ahi es fácil flirtear con alguien. La cosa es evitar a los jaladores y encontrarse, pero ejemplo, con un simpatiquísimo tipo holandés. Eso viene siendo un resumen de mi buena primera noche de 2005. (¡Que guapo el holandés!) Después de eso, a casa, a dormir y a pensar en que pronto tengo que ponerme a trabajar en mi investigación sobre los excluidos.
El primer día fue bueno... aunque podía haber sido mejor porque no estuve con algunos con quien hubiese querido estar, pero bueno, eso sólo me hace desear darle abrazos más grandes a cada uno cuando los vea.
Por todo eso creo que el 2005 viene doblemente emocionante... si lo considero fríamente, tengo mucho más de lo que tenía, estoy mucho más feliz que antes y, como la parábola de los talentos... el resultado de esa multiplicación ha de ser poderoso. Espero contar con lectores.
En el amanecer yo miraba hacia arriba y el cielo estaba tan vacío como la pista de baile. La verdad es que a pesar de los flirteos empecé el dos mil cinco bailando solo, algo que me gusta muchísimo. Aún así debe ser interesante terminarlo bailando de a dos. Como para probar experiencias nuevas, pienso. A ver si este corazón endurecido y orgulloso me deja.
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