sábado, mayo 26, 2007

Tarde de amor

[Hoy un 26 de mayo de 2007, a las 1.34 minutos, leí con lágrimas este poema. Un veintiseis de mayo este poema tiene sólo un destinatario. No juzgo las lágrimas. No se justifican los sentimientos. Hay momentos y lugares donde el orgullo y el ego no hacen más que detener el instinto]

I
¿Tendremos tiempo todavía
para un amor eterno?
Cuando las gotas de lluvia
tiemblan, en las ramas desnudas,
como lagrimas frías en las pestañas de invierno.

¿Tendremos tiempo todavía
para tener recuerdos?
Para que nuestros besos tengan sombras,
para que un día, al fin, nos olvidemos.

¿O somos ya un recuerdo y un esfuerzo
trabajando el pasado,
buscando nuevos seres,
en lo que queda apenas de nosotros?

¿Tendremos tiempo todavía
para el bello dolor, para las lágrimas
doradas como uvas, para la dulce
tortura azul y el suspendido aliento?

¿Tendremos tiempo todavía
para el pecado y el arrepentimiento,
para saciar la sed, y para volver
por esa misma sed, y estar sedientos?

¿Tendremos tiempo aún
para este amor sin Sol?
¿Tendremos vida?

II

Tengo en el hueco de mis manos
tu rostro de agua,
y a través de él te veo y te amo.

No es a tu rostro,
es a ti a quien yo amo.
Tu rostro es solo un cuadro,
sólo se te parece,
sólo busco tu rostro para reconocerte.

Pero tú estás al fondo de tus ojos y al fondo
de ti mismo,
y solo por instantes apareces.

Y eso es lo que yo amo,
cuando me encuentro solo,
y contemplo en mis manos
el agua de tu rostro.

III

Yo no lo sé,
pero tu te asomaste junto a mi corazón
y el pozo seco te reflejó.
Traías tu mismo el fondo del agua,
con algunas estrellas y un poco de luz blanca.

Tú plantabas las flores junto a mi negro muro,
y traías la fuerza que les daba mi musgo.
Tú querías palabras que tu oído entonaran,
y me dabas la voz para que las cantara.

Amoroso donante, cómo no amar tu amor,
si tu amor alcanzaba para nosotros dos.

IV

La juventud que tú me ves
no es mía.
Me viene de tus ojos.

Si yo creyera ser la luz, sería
como si la montaña se creyera
ser ella el alba que por ella arriba.

Tu doras los contornos de mi apagado corazón,
tu mismo
eres el que, encendido,
avanzas desde el fondo de mi vida
hasta la tempestad del goce, hasta la orilla,
con tu anhelante fiebre de ola vida.

Yo soy el bosque recogido, tu eres
el perfume y el viento y el temblor.
Eres tú lo que escuchas.
Es tu navegación por mis venas calladas.
Es tu latido
llamando al centro de mi corazón.

Yo soy una cansada montaña que en la sombra
quiere vivir dormida.
Y tu me ves brillar y abrir mis flores,
porque tú eres el día.

V

Todo era tuyo ya,
tu sangre era florida.
En melodiosa ofrenda
tu corazón se abría.

Tus raíces subían de cálidas honduras.
Un aire denso, tibio,
mecía tu estatura.

Yo no te traje nada,
sino la ayuda para consumirte.
No fui sino el viajero
que llegó a un sitio solo en primavera,
un sitio abandonado, pero leno de mieles y fervores
de contenida tierra.

Yo no te traje nada,
sino mi antigua, mi profunda huella.
Tu estabas solo, pero ya estabas vivo.
Yo estaba muerto ya, ya mi memoria
era mayor que mi esperanza,
ya iba
sin contemplar los venideros días.

Pero fui el que llegó,
por eso todas tus anhelantes mieles fueron mías.
Y te ayude conmigo a devorarte
en ese fuego que te consumía.

VI

No siento ya que vivo en ti, no siento
que consumes mi imagen,
y me dejas sin mí.

Cuando tú me pensabas me moría.
Era un desdoblamiento, yo sentía
que me llevabas y me absorbías.

Yo estaba ausente,
no vivía.
Yo crecía en el centro de tu alma,
en otra vida,
en una clara atmósfera.

Como una gota me escuchaba
en tu callada sombra.

Yo estaba en mi desvelo en tu silencio.
en una azul campana.
Yo estaba suspendido, rodeándote dormido
en el vano sutil de tu cálido aliento.

Cuando no me sentía, yo sabía,
que eras tú quien por mí
me pensabas la vida.

Pero ahora me siento.
Llega de nuevo mi caudal perdido.
En la sombra cauda
de nuevo vengo, hasta volverme vivo.
Siento que no me piensas, que me tengo,
que retorno a mi vida.
Cierro en mis manos una flor oscura.
¡Toda mi soledad es de nuevo mía!

(Julio Barrenechea)

1 comentario:

katzenax dijo...

uff... la vida v/s el amor ¿que haremos? jajaja ya eso no mas, hoy no quiero ponerme nostalgico otra vez...
una abrazo y te dire que ya me lei todos tus post de pies a cabeza