Ahora sí en realidad estoy haciendo las maletas y sacando de mi clóset la ropa que llevaré, guardando las cosas que dejare en la casa de Valparaíso, desocupando el PC para dejárselo a mi hermano, desocupando los espacios con los que me encariño tan fácilmente, limpiando los vasos que quedaron de las visitas de ayer, desocupando el corazón de ciertos recuerdos y llenando el caparazón con la vestimenta del futuro.
Dejar el depto que ocupo en Stgo es más emonionante de lo que pensé. Ayer, acá, recibí a mis amigos. Parecia santito con procesión de personas amables que venían a desearme buena suerte. Creo que fue a mi estilo: conversaciones privadas desde las 5 de la tarde, de uno a uno, amigas, amigos. El día anterior no había podido dormir nada, el café que me había tomado, la sonrisa que tenía en la cara y el nerviosismo porque ese mismo día, ayer, terminaba la terapia con el sicólogo. No me dio de alta, seguiré loco otro rato, el viaje lo suspendió.
Admito que todo esto tiene un dejo de nostalgia, a pesar de que es por algo más de medio año. Es el afecto supongo.
Al día de despedida llegaron muchos amigos, justamente todos aquellos de los que yo esperaba visita... igual claro, esperaba la visita amable de otros, incluso de otros que ni siquiera invité, pero son resabios de los meses pasados. Nada muy interesante que comentar, salvo por el hecho de que vino a verme un amigo, especial, con quien por primera vez tuve una relación sentimental por decirlo de alguna manera. Claro que fue otra historia terrible, pero me parece un buen augurio recibirlo después de todo lo que negué su existencia, con todo el odio y la pena de por medio y, finalmente, con la extraña sensación de que hay vínculos que son inquebrantables. No hablo ni siquiera de "química" o algo de ese tipo, sino del simple hecho de que dos personas que se vieron una vez ya nunca más serán desconocidas. Y parece cliché o de perogrullo, pero no es poco decir eso. El encuentro fue como un ciclo que se cierra.
Y bueno, con el sicólogo aprendí algo básico: sólo se puede hacer lo que uno puede hacer. Especialmente si de relaciones de pareja hablamos. Eso fue especialmente aplicado por mí en la ultima relación y algo menos en la anterior. Qué pena que sean tantas, repito. Algo estaba haciendo mal, lo malo es que siempre se puede caer mas bajo :S Ojala que no se me olvide el consejo.
Esto de vaciar un lugar es bueno, y se me ocurren cosas como... no quiero volver a compartir este espacio de la misma manera que lo hice.
1 comentario:
Que bien que llegaron!!
El recuerdo será gigante allá.
No te desanimes, vamos la vida es corta, amores vendrán y se irán...
Cuídate
Un abrazo :)
Nos vemos
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