lunes, mayo 17, 2004

De qué me hablas

Me besó en el cuello alguien que no conozco y, que más, me asusté. Lo raro fue que el beso me gustó pero del susto no pude hacer nada y me fui. Ahora no puedo hacer nada más que contar que fue un abrazo tan amable, a pesar de que era atrapador y de un desconocido, que me hubiese quedado ahí. Después pienso cosas ilusas como que me gustaría tener ese abrazo del niño del curso de italiano que me gusta, pero eso es parte de la ficción que me permite estar contando lo que pienso.
Además un lindo beso.

No hay comentarios.: