Todos somos una ventana. De una gran casa a la que podemos darle la oportunidad de ser el hogar de aves y miedos. Somos una casa y la casa protege al soñador.
Pensaba yo en eso acostado mirando el cielo celeste con algunas nubes. Ahora pienso si en realidad la gata Luna habrá decidido escapar de su casa, o la casa se extendió para que fuese protegida en otro lugar. Qué culpa tiene un gato y qué culpa tiene el amor que tiene por el algunos hombres. En realidad estoy en contra de que el Estado tenga el derecho de decidir sobre la vida de cualquier ser humano, tanto como sobre el uso de música bajada de internet. Mi postura particular es que hay contenidos inmateriales que son de propiedad universal inevitablemente: los sonidos, las ideas, etc.
Tratar de limitar el uso de aquellos es, para mi gusto, como si se metieran dentro de mi cabeza a ver qué música escucho y qué ideas tengo. En ese sentido para mi la memoria de un computador es como MI memoria, en consecuencia, privada.
Otra cosa es la comercialización. Por ejemplo, me aprendo una canción de memoria y la canto siempre, al día siguiente se la canto a un amigo y él se la aprende de memoria. Eso es como compartir un archivo mp3, pero no la estoy vendiendo, no estoy dicéndole a mi amigo que la canción la inventé yo ni ganado dinero por ello. A los que lo hacen... todo el peso de la ley.
Perdón por la disgresión.
Hablaba yo de la gata y de la casa que protege y de este soñador que busca una casa.
Busco una casa de un modo como cuando pense que me dejabas y que no volverías a casa. Estaba seguro de que no te encontraría al volver. Pero sigo soñando, aunque se me escapan los momentos; sin embargo, como cuando construyes una estación de trenes esperando que llegue el tren (idea citada), construyo el viaje con pleno conocimiento de que tendré con quien viajar (aunque aún no sepa detalles)
1 comentario:
somos una casa y la casa protege ...
atte
casaorate
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